Se le conoce con varios nombres: Teponaztli, Teponaztle, Tinco, Teponahuaztli, Tepenahuasqui, Tunkul o Bit´e. es un idiófono Azteca, pertenece a la familia de Tambores de endidura. Tiene un cuerpo tallado en forma vertical, fabricado a base de madera ahuecada, para acoplarlo se necesita fuego y herramientas de obsidiana.
En la parte superior presenta dos lengüetas en forma de H. se le percute utilizando dos palillos que tiene la punta cubierta de hule, estos reciben el nombre de olmaitl. Cada lengüeta tiene la capacidad de producir cuatro sonidos variados, todo depende de su longitud y grosor.
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Elaboración de un Teponaztli
Para su fabricación se requiere un conocimiento profundo de la acústica y un desarrollado sistema musical, solo así se tiene la garantía de tener un sonido preciso. Esto es importante ya que es un elemento fundamental en los festivales donde la música, la danza y el canto resaltan en cada ceremonia.
Su importancia para los mexicanos se puede observar en obras como el Códice Florentino, la Historia de las Indias de Nueva España e islas de tierra firme de Fray Diego Durán y del Manuscrito Tovar. En ellas se describe cómo estos instrumentos se colocan al frente de los músicos y danzantes, uno junto al otro, el huehuetl sobre el piso y el teponaztli sobre una base de madera.
Sus hermosas ornamentaciones y tallas se pueden apreciar en cada pieza de cerámica. En ellas se puede apreciar el papel fundamental que fungía no solo en las ceremonias sino en toda la cultura y sociedad mexicana.
En este ámbito debemos mencionar al teponaztli de Tlaxcala, que es un instrumento de percusión que influencio a los instrumentos musicales en la actualidad. Es quizá el más hermoso y además representa al guerrero tlaxcalteca ataviado con magnificas armas y vestimentas.
Historia – origen
Estos instrumentos se han encontrado en ofrendas del Templo mayor de la ciudad de México-Tenochtitlan, mismo que se ofrecía al dios Xochipilli-Macuilxóchitl, que fuese descubierta el 13 de diciembre de 1990.
Los huéhuetl y los teponaztlis fueron representados en esculturas en basalto, de ellos resalta un huéhuetl de proporciones medianas que se dedicó a la deidad del mismo hombre. En la parte superior se puede ver la piel de un jaguar que lo cubría y el resto de decoro con una armoniosa decoración de caracoles cortados y flores. Esta pieza proviene de Tlalmanalco, Estado de México.
Unido a los demás instrumentos musicales, a los hermosos cantos y las danzas, los sonidos combinados que producían el teponaztli y el huéhuetl constituyen un ejemplo del gran desarrollo cultural que alcanzaron los mexicas. Algunos cronistas del siglo XVI menciona con admiración cada práctica musical prehispánica, aunque también afirman que con el tiempo se convertía en un sonido monótono y candado.
Teponaztli venta y precios
Actualmente es complicado conseguir una de estas piezas, ya que son patrimonio cultural de México y su venta suele considerarse ilegal, aunque no se ha estipulado así en las leyes locales. Sin embargo, existen algunas webs especializadas que tienen a la venta algunas piezas de colección de este instrumento musical. Su valor no es desvelado hasta que no haya una avance en negociaciones.